jueves, 11 de marzo de 2010

Esperando el verano.

Sigue el frío en pleno Marzo, el mes de la primavera. En realidad no llegará hasta el día 20 (a las 18:23 h. para ser más exactos), pero en los calendarios que regalan los comercios/bancos/empresas varias siempre marcaban Marzo con la florecilla característica a pesar de que hay más días de invierno que de entretiempo. ¿Optimismo desde el calendario? Supongo que se agradece.

Hay ganas de quitarse un poco de ropa, de independizarse del abrigo, guantes y bufandas. Pero sobretodo hay ganas de paseos con el cálido toque de nuestra estrella más cercana y poder pisar la arena, meter los pies en el agua, sentir que los días se alargan y la apatía invernal se marcha de paseo, de tener la nariz roja gracias a las alergias...

Hoy decidí entrenarme y bajé a pasear por la playa más cercana a mi casa. A esperar el verano al borde del mar... escuchando canciones* que me evocan el sentimiento canicular.

Los únicos habitantes de ese estrecho trozo de arena que tengo por playa eran gente que no tiene otro lugar donde ir ni otra cosa que hacer. ¿Asi que eso es la playa en invierno? Los turistas se esconden y sale a flote la cara B de la vida.

De fondo, vistas al palacio de Marivent. Ironías de la vida.

Por lo pronto, habrá que seguir soñando con el verano, la luz, baños en el mar...

*Un ejemplo de canción veraniega:

0 comentarios :

Publicar un comentario